“Las casas son archivos personales”

Aquarius, de Kleber Mendonça Filho, fue distinguida por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA) como Mejor Película de la Competencia Internacional en el 31° Festival de Cine de Mar del Plata. En su dictamen, ACCA señaló que “Aquarius conjuga su trama a través de múltiples metáforas, que se sintetizan en el complejo tiempo político que vive gran parte de Sudamérica, donde muchos se enfrentan a aquellos que quieren derrumbar lo construido”. El film, que se había presentado en el Festival de Cannes, también obtuvo el premio del público en Mar del Plata; y Sonia Braga se llevó el Astor de Plata a la Mejor Actriz.

Luego de la función de prensa del martes 22 de noviembre, el director (KMF) brindó una conferencia junto a Émilie Lesclaux (ÉL), productora del filme, y a Cecilia Barrionuevo, moderadora y programadora del festival.

La memoria y el archivo personal:

KMF: Aquarius para mí es una película sobre el archivo, pero no el archivo oficial y burocrático sino el archivo personal y emotivo. Las casas de todos nosotros son archivos personales. La película tuvo distintas lecturas, hay perspectivas sexuales y políticas inclusive, hasta personales, pero para mí es una película sobre archivo. Creo que los pequeños documentos, que son parte de nuestras vidas, son una forma de tratar de entender la vida y el proceso del tiempo pasado-presente-futuro. Y Brasil no tiene una buena tradición de guardar la memoria y guardar los archivos. Hay algunas personas que tienen reacciones muy fuertes pero también hay gente que no entiende esa resistencia y esa fuerza, la importancia que le da esta mujer [el personaje que interpreta Sonia Braga] a su archivo. Yo personalmente tengo una conexión muy fuerte con los objetos, libros, discos, fotografías. Creo que este cuadernito [señala el cuaderno de notas del traductor] dentro de un año va a ser muy importante, más allá de que sean apenas anotaciones para una traducción. Todo eso es parte de la película y me pone muy contento que tanta gente se haya podido conectar.

La banda sonora de Aquarius:

KMF: La música son documentos que atraviesan nuestras vidas. Nosotros cambiamos pero la música, la esencia sigue siendo la misma. Yo, por ejemplo, empecé a escuchar música seriamente a los 11 o 12 años. Los formatos tecnológicos para escuchar música pasaron de cassette, vinilo, cd, spotify pero la música sigue siendo la misma. Hoy tengo 48 años pero hay algunas canciones que escucho hace 35 años. Yo cambié alrededor de la música pero… En muchas películas la música parece que viene de una manera arbitraria como si Dios en el comienzo viniera y pusiera la música, yo quería que en mis películas hubiera personas que físicamente pusieran las canciones. Era muy difícil porque una idea puede ser muy buena hoy pero mañana cambió; sin embargo, hay canciones que quedan en la cabeza y terminan siendo una buena elección. Preparar la música para la película fue como preparar un cassette para el cumpleaños de un amigo en su casa. En esta elección uno piensa que una canción va a ser más adecuada para una pareja, otra va a levantar el ánimo de la fiesta, otra va a traer recuerdos de momentos pasados. Y así se armó la banda sonora. Y después nos dio mucho trabajo conseguir las canciones que están en la película, pero estamos muy feliz con el resultado. Es una banda sonora muy emotiva y muy personal. También sucedió que muchas de las elecciones que hicimos jugaron muy bien con la juventud de Sonia Braga.

El edificio:

KMF: El nombre real del edificio es Oceanía. En toda la costanera de Recife, que es un poco como la costanera de aquí de Mar del Plata, los edificios más antiguos tenían nombres relacionados con el agua (Pacífico, Poseidón, etc.) y fueron todos construidos en las décadas del ‘50 y ‘60. En los años ‘70, los edificios más modernos empezaron a tener nombres con referencias pseudo sofisticadas como “Castillo de Versalles”. De los ‘80 en adelante, la referencia principal pasó a ser Miami Beach y los nombres, “Beach class residence”, etc. Para mí era importante que el edificio tuviera un nombre corto, sonoro y propio. Empecé a escribir para otro edificio que fue demolido por otra constructora antes de que llegara a terminar la primera versión del guión. Y entonces terminamos usando el edificio Oceanía que era la última opción:  son 10 km. de playa y no queda otro edificio que no sea este con el formato anterior.

La elección de Sonia Braga como protagonista:

ÉL: No fue escrito para ella. Kleber al principio tenía la idea de que iba a encontrar a la mujer indicada en un supermercado, por casualidad, pero después nos dimos cuenta que necesitábamos a alguien con capacidad para hacer ese papel. Uno de los Directores de Fotografía sugirió la idea de convocar a Sonia Braga. Ella nos contestó enseguida que le había encantado el guión y que quería hacer la película.

KMF: Para mí era muy especial porque Sonia ya de alguna manera era parte de mi vida -de la misma manera que Al Pacino era parte de mi vida- y ahora puedo decir que Sonia es mi amiga. Cuando uno trabaja con actores, una de las cosas más lindas es lo que pueden contribuir los actores a la película. Sonia se enamoró del guión, lo entendió enseguida. Se trataba de una mujer muy fuerte, pero cuando Sonia empezó a trabajar fortaleció aún más el personaje de Clara porque Sonia ya es una mujer muy fuerte. Sonia siempre habla de la escena en la que está con Ladjane mirando los colchones por la ventana y Ladjane pregunta: “¿Qué son esos colchones?”, y Clara dice: “EU-NO-SE”. Sonia dice que eso no es de Sonia, es de Clara. Pero cuando ella discute con sus hijos en el living, esa escena es Sonia discutiendo con los hijos que nunca tuvo. Es imposible reproducir toda la experiencia personal y profesional que fue trabajar con Sonia y con todo este excelente conjunto de actores discutiendo la vida, las memorias, y lo que tenemos en los corazones durante ocho semanas con dos cámaras digitales. Fue una experiencia muy fuerte.

La iglesia, la política y la memoria:

KMF: Muchas veces la memoria no es lucrativa. La película tiene una secuencia que sugiere elementos de una iglesia evangélica y está presentada como si fuera un sueño, más bien una pesadilla. Me parece muy importante que los films traigan elementos de lo inmediato. Al mismo tiempo, esta secuencia fue muy discutida en Brasil porque tiene una ambigüedad: no son personas malvadas pero sí tienen una presencia un tanto invasiva. Y es la forma en que yo veo la presencia del elemento evangélico en la política de Brasil. En el Congreso no tenemos representación o elementos religiosos ni de los católicos ni de los musulmanes pero sí hay un bloque evangélico. Y también yo observo que hay una tendencia establecida a generar cambios muy serios en la sociedad brasilera a partir de este elemento evangelista. Pero el film apenas toca el tema, no hace juicios de valor, sólo marca esta presencia fuerte. La memoria en el mundo moderno no está vista como un elemento comercial, no genera ganancia y por eso está siendo destruida. Y eso es muy triste.

La metáfora de las termitas:

KMF: Descubrimos termitas en nuestra propia casa, cuando todavía estaba trabajando en el guión. Inmediatamente cambié el final, la idea original era buena pero no era tan fuerte como las termitas. Las termitas son perturbadoras porque realmente parece un cáncer. Cuando uno las descubre están mucho más escondidas y hay más y más, y descubrís que se comió el cuaderno, las fotos, las cartas. Y uno tiene que llamar a especialistas que traen una gran cantidad de veneno a tu casa, es una especie de tratamiento fuerte y agresivo. Creo que el uso del elemento de las termitas en la película fue un accidente muy feliz para la película. Es una idea universal que trae la película a una cosa que me agrada mucho que son las películas de terror y un poco a la Cronenberg también. Creo que una buena película o un buen libro tiene una gran variación; puede ser emotivo, gracioso, luego triste. Y con esta parte final para mí es de terror.

La universalidad de Aquarius:

KMF: Hace poco estuve en Sídney, Australia y después de una proyección en una sala tan grande como ésta una señora llorando se paró, me agradeció y me dijo que la película era sobre lo que le estaba pasando a ella. También estuve en Los Ángeles y cuando terminó la proyección una señora me preguntó si la película estaba basada en lo que estaba sucediendo en LA. Creo que a nivel internacional el mundo está viviendo una destrucción de la memoria a través de nuevos emprendimientos. En Brasil, Aquarius no deja de salir en los medios; suceden cosas y los medios vuelven a tomar la película. En un caso reciente, al ministro de cultura lo compararon con el personaje de Clara porque tuvo que renunciar luego de denunciar lo que estaba aconteciendo con un proyecto de departamentos que no se estaba adaptando a las reglas de protección en el centro histórico de Salvador de Bahía.